Motivación y Lema Curso 2023/24

Continuamos nuestro camino como red de centros teniendo como propuesta de fondo “En clave Povedana”: 7 ejes que nos acercan a la personalidad que se configura en un clima escolar Povedano.

   CURSO 18-19  CURSO 19-20  CURSO 20-21  CURSO 21-22CURSO 22-23
  EJETenemos mucha fe, mucha esperanza y no dejamos de soñarCon la cabeza y el corazón en el momento presenteQue cada uno dé de sí todo lo que pueda darTodos hemos de cooperarVive un verdadero ambiente de humanismo
LEMAEl camino es nuestroVíveLO+#SALALAVIDAConecta2 ContiGO!¿Te acompaño?
  SUBRAYADOLas huellas del buen samaritanoMomento presente; BienaventuranzasSalar la vida y salir a la vida al estilo de Jesús, como los Primeros CristianosRecrear nuestros vínculos fomentando una cultura del encuentro; el texto del Padre NuestroFavorecer el ambiente (espacios y actitudes) que posibilitan acompañar y dejarnos acompañar al estilo de Emaús.

Este curso, el eje que servirá de luz nos recuerda los valores que Pedro Poveda nos invita a tener presente: amor, fortaleza, sencillez, alegría y libertad.

«Las obras, sí, son las que dan testimonio de nosotros y dicen con elocuencia incomparable lo que somos (…). La mansedumbre, la amabilidad y la dulzura son las que conquistan el mundo».

Vivimos tiempos en los que la imagen lo es todo. Colgamos fotos en las redes sociales y “curioseamos” lo que otros/as hacen (o dicen que hacen) con sus vidas a través de las imágenes que cuelgan. Son siempre imágenes felices. Al menos lo parecen. Y en nuestras mentes se forma una idea de cómo desearíamos que fuera la nuestra. Nos quedamos en una mera contemplación del otro y en una reproducción y exhibición de determinadas acciones que creemos que nos llevan a una felicidad plena.

Por otra parte, no hemos de perder de vista que somos relación, y hoy en día estos nuevos métodos son vías mediante las que entramos en contacto entre nosotros/as. Por tanto, ¿cómo aprender a relacionarnos utilizando todas las posibilidades que el mundo del siglo

XXI nos ofrece? Poveda nos trae la respuesta: no está solo en lo que mostramos o en lo que decimos. Está también en las obras, principalmente en las obras. «La verdad está en las obras», por eso «HAY QUE EMPEZAR HACIENDO».

Esta manera de actuar a la que se nos invita no es una manera cualquiera. Es una manera de hacer mucho más profunda y pausada, mucho más fruto de algo que surge de dentro hacia fuera, y que podríamos resumir en tres pasos:

  1. VER: acoger la realidad, contemplarla y tomar conciencia de ella.
  2. REFLEXIONAR: ¿qué me remueve por dentro al ver la realidad? ¿qué necesita de mí todo lo que aprecio a mi alrededor? ¿Qué puedo ofrecer desde lo que soy y lo que tengo?
  3. ACTUAR: comprometernos con la realidad, actuando para transformarla. ¿Y cómo es esa acción que se nos pide? Es sutil pero fuerte; es suave, pero con determinación; implica revolución…pero creando un ambiente de paz, sin sembrar conflictos, esto es, desde la mansedumbre. Poveda nos inspira cómo hacerlo: con alegría, con dulzura, con sencillez, con amabilidad.

Esta forma de hacer también requiere entender que solos y solas no podemos. Hacemos juntos porque nos necesitamos, porque la realidad nos necesita así: como equipo que, unido, se sabe más fuerte, es más fuerte. Así lo recordamos este curso tan especial, tan bonito e importante para todos los que formamos parte de esta gran familia. Un curso en el que recordamos y celebramos el 11 de enero el Centenario de la Fundación de la Institución Teresiana (¡100 años ya haciendo vida este sueño de Poveda!) con el lema OPEN: abiertos a un futuro, sabiendo que empezamos haciendo nuevos tiempos, pero continuando con la Buena Idea de Poveda.

Como guía, este año tendremos presente el evangelio de los panes y los peces (Mc 6, 32-44). Lo pondremos en diálogo con el mensaje de Poveday traeremos el significado del relato a nuestro día a día, en busca de la formación integral de la persona y de su acompañamiento:

  • PRIMERA EVALUACIÓN:

Mc 6, 38-44: «Se fueron en la barca, ellos solos, a un lugar despoblado. Pero los vieron marchar y muchos los reconocieron y corrieron allá, a pie, de todos los pueblos, llegando incluso antes que ellos. Al desembarcar, vio Jesús un gran gentío, sintió compasión de ellos, pues eran como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas» → Pedro Poveda también vio “un gran gentío” (vio en Guadix, VIO en Covadonga, VIO al iniciar las academias), sintió compasión, y se puso a enseñarles: creó un método, una escuela, una forma de evangelizar a través de la educación. En eso que VIO, algo fue “haciéndole cosquillas” por dentrola IT hoy en día, ¿qué VE en la realidad de las familias, de los jóvenes, niños y niñas, de lo que acontece a nuestro alrededor? Y nosotros, como educadores,, ¿qué VEMOS? ¿Cómo podemos enganchar eso que VEMOS con proyectos de misión?

  • SEGUNDA EVALUACIÓN:

Mc 6, 35-37: «Como se hacía tarde, los discípulos se acercaron a decirle: “El lugar está despoblado y ya es muy tarde. Despídelos para que vayan a los caseríos y aldeas del contorno y se compren algo de comer”. Jesús les replicó: “Dadles vosotros de comer”. Ellos les contestaron: “¿Cómo vamos a comprar nosotros pan por valor de doscientos denarios para darles de comer?”» → Pedro Poveda no sólo ve una necesidad que siente que hay, sino que REFLEXIONA qué hacer y da una respuesta en Guadix, en Covadonga. Se posiciona ante la crispación social de una manera determinada y elige dar el protagonismo a los jóvenesLa IT hoy en día, su trabajo en Red, su compromiso con la sociedad, su manera de responder a los retos de ahora, ¿qué REFLEXIÓN hace?, ¿qué elige poner en marcha? ¿Qué proyectos hay a nivel internacional? Y nosotros, en nuestros centros, a los 100 años, ¿estamos dispuestos a “dar de comer”? ¿Cómo nos posicionarnos? ¿Qué alimento queremos dar: confianza, compromiso, esperanza…?

  • TERCERA EVALUACIÓN:

Mc 6, 38-44: «Él les preguntó: “¿Cuántos panes tenéis? Id a ver”. Cuando lo averiguaron, le dijeron: “Cinco panes y dos peces”. Jesús mandó que se sentaran todos los grupos sobre la hierba verde, y se sentaron en corros de cien y de cincuenta. Él tomó entonces los cinco panes y los dos peces, levantó los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los fue dando a los discípulos para que los distribuyeran. Y también repartió los dos peces entre todos. Comieron todos hasta quedar saciados, y recogieron doce canastos llenos de trozos de pan y de lo que sobró del pescado. Los que comieron los panes eran cinco mil hombres». → Pedro Poveda ACTÚA, pero no lo hace él solo: pasa el testigo,  invita a otros a participar y continuar su Obra. Motiva y da impulso a otras personas a implicarse en su misión: Josefa Segovia, Victoria Díez, Ángeles Galino, y otras tantas mujeres y hombres que creyeron tener algo que ofrecer y lo ofrecieron, por poco que fueraLa IT hoy, ¿nos sigue invitando a ACTUAR siguiendo el ejemplo y las palabras de Poveda, a responder a su invitación? ¿Cómo, de qué manera, a quiénes? ¿Qué tiene que aportar a los tiempos que habitamos? Y nosotros, desde nuestro compromiso con la idea buena de Poveda, ¿nos sentimos llamados? ¿Cómo podemos ACTUAR, cuáles son nuestros “cinco panes y dos peces”? ¿A qué personas, realidades, sentimos que podemos ofrecer lo poco o mucho que somos y tenemos?

Nos dice Maite Uribe en la carta del año:

«En nuestro caminar con la gente, estemos abiertos y atentos al deseo de encontrar fuentes de sentido a los interrogantes e insatisfacciones de tantas personas que atraviesan momentos clave familiares, profesionales, sociales, de salud, de rupturas…

(…) Seamos caminantes que orientan, peregrinos que conocen el objetivo del viaje, centinelas que en la noche intuyen dónde está la luz; caminantes, peregrinos, vigías que tiendan la mano e inviten a avanzar, que susciten y acompañen la búsqueda y que confíen y compartan el deseo de encontrar la fuente de agua viva.

En Nazaret, Jesús no hace nada extraordinario, pero convierte lo ordinario en extraordinario porque vive cada momento en profunda comunión con el Padre. En Nazaret, Jesús cura la

vida cotidiana de la inercia y la convierte en lugar de encuentro, de alegría y de servicio, a través de las pequeñas cosas de cada día. En Nazaret, Jesús no predica, pero es Palabra viva que resuena en medio de todo silencio, de todo vacío, de toda fatiga, de todo cansancio».

Prestemos atención a ese “Nazaret” de nuestra rutina, donde el ver se convierte en pregunta, el reflexionar da forma a la respuesta, y el actuar es servicio y entrega, dejándonos inspirar por el amor de Dios. ¿Empezamos haciendo? ¡Sí! ¡EMPECEMOS HACIENDO!